El post de hoy está especialmente pensado para los amantes
de la jardinería y del cultivo de plantas. Si nos has estado siguiendo a lo
largo de este tiempo, la palabra protagonista de hoy, no debería ser un término
desconocido para ti.
¿Te suenan los esquejes?
Como quizás ya sepas, las plantas pueden multiplicarse y
reproducirse de diversas formas, siendo las más habituales mediante semillas
o la multiplicación por esquejes. Es muy posible que a priori este proceso
pueda resultarte complejo, pero, si continúas leyendo, descubrirás que es más
simple de lo que parece.
Hoy te enseñaremos cómo hacer esquejes.
Si estás pensando en reproducir una de las plantas de tu
jardín o simplemente sientes curiosidad, estás en el artículo adecuado. A
continuación, detallaremos paso a paso cómo multiplicar una especie mediante
el uso de esquejes.
Además, te daremos una serie de consejos que sin duda te
ayudarán a la hora de enfrentarte a esta tarea de jardinería.
¡Vamos con ello!
¿Qué son los esquejes?
Tal y como te hemos mencionado al inicio de este post, las
plantas pueden propagarse de diferentes formas, siendo las más comunes la multiplicación
por semillas y la reproducción por esquejes.
Pero, a pesar de que ambos procesos son los más usados en
jardinería, el de esquejes es el que goza de mayor popularidad. ¿Por qué? La
razón es muy simple: es la forma más rápida de propagación.
Estamos seguros de que, si no tienes experiencia en el tema,
pensarás que la reproducción de plantas es un proceso complejo, un método
difícil de llevar a cabo. Sin embargo, desde Husqvarna te aseguramos que casi
sin darte cuenta lo has hecho alguna vez.
Y ahora te estarás preguntando, ¿qué es un esqueje?
Un esqueje no es más que una parte viva (normalmente
un tallo) que se ha extraído de una planta con el objetivo de injertarla en
otra o en un recipiente para que se desarrolle. La multiplicación por
esquejes consiste en realizar un corte limpio de esas pequeñas partes con el
fin de que terminen por reproducirse.
A grandes rasgos, para este proceso sólo necesitarás cortar
un pedazo tierno y vivo de una especie (por ejemplo, un tallo, una rama o un
brote).
Una vez que ya has realizado el corte y el pequeño trozo ya
está separado de la planta, hay que introducirlo en un recipiente con agua para
que desarrolle las raíces (o en un tarro que contenga tierra y arena). A
continuación, y tras aparecer las raíces, se trasplanta al lugar definitivo.
Así de simple.
“¿Cómo hacer
esquejes?” Debe ser la
pregunta que te estás haciendo en este momento. Pero no te preocupes, en
apartados posteriores, vamos a detallar los pasos que deberás seguir para
lograr que tu cultivo se multiplique sin ningún problema.
¿Cuáles son las especies perfectas para realizar esquejes?
Amapola californiana
Como te podrás
imaginar, no tolas plantas permiten una multiplicación por esquejes.
Aunque se trate de un
método rápido y eficaz, hay vegetación que únicamente se reproducirá mediante
semillas. Otra, sin embargo, enraizará con suma facilidad mediante el método de
esquejes.
Entre estas últimas se
encuentran las siguientes:
Geranio: se reproduce a partir del corte de esquejes
de entre 15-20 cm de longitud. Se recomienda cortar los esquejes cuando el
geranio esté marchito y se puede usar para ello su tallo.
Rosa: los trozos cortados de esta planta deben
medir aproximadamente 30 cm y se tienen que plantar directamente en la
ubicación final (nada de introducirlos en un recipiente con agua).
Begoniarex: los resultados que se obtienen de
esta especie cuando se multiplica por esquejes son sorprendentes. Lo único que
necesitarás para este proceso es cortar una de sus hojas. Sí, una única hoja.
¿Curioso verdad?
Amapolacaliforniana: de esta planta ya te
hemos hablado en uno de nuestros artículos del blog. De ella, se extraen algunas raíces a principios de invierno y se
cortan segmentos con un tamaño de aproximadamente 7 cm.
Lavanda: en este caso, hay que cortar brotes de punta
de 7 cm para luego plantarlos en un ambiente frío.
Dalia
Pero no sólo estas
plantas se pueden reproducir mediante el uso de esquejes. Existen otras que
seguro que ya conoces son el clavel, el crisantemo y la dalia.
¡Y también árboles y arbustos!
Entre las especies de
porte arbóreo que se reproducen de forma adecuada gracias a este proceso están
el brezo, los sauces e incluso los abedules.
Y ahí van unos consejos:
Antes de cortar el esqueje, asegúrate de que podrá enraizar sin problema. De lo contrario, el proceso será un absoluto fracaso. Para ello, si tienes dudas, busca ayuda en un profesional. Y si no lo tienes claro, reproduce tu planta usando semillas.
Tipos de esquejes
Como bien sabrás, las
plantas puedes clasificarse de numerosas formas, siendo una de las más habituales
la clasificación según ubicación.
Dada esta
organización, no es de extrañar que, a su vez, haya dos tipos generales de
esquejes, es decir, los esquejes de plantas interiores y los esquejes
de plantas exteriores. Y, según el tipo que sea, la multiplicación debe
hacerse de una forma u otra.
Vegetación de interior
Las plantas que se ubican
en el interior pueden reproducirse mediante:
Esquejes
de tallo: como bien indica su
nombre, esta técnica consiste en cortar un tallo, por debajo de un nudo (y por
encima de otro). Primavera es la mejor época para hacerlo.
Esquejes
de hoja: la multiplicación se
produce a partir de una simple hoja que se cultivará en el sustrato (eso sí, esta
hoja debe tener un pecíolo para poder enraizar). Muy usada en plantas
suculentas.
Esquejes
de raíz: esta técnica de
reproducción de plantas se suele emplear con tubérculos o bulbos.
Plantas de exterior
Generalmente, cuando
la especie está ubicada en el exterior de casa, se usan esquejes de tallo o
trozos de rama. A saber:
Herbáceo: la multiplicación de la planta se realiza seccionando
sus tallos y aprovechando sus brotes tiernos. Luego, es habitual sumergir el
esqueje en un recipiente que contenga hormonas de enraizamiento.
Semileñoso: es el que se lleva a cabo tras cortar ramas
más gruesas que las anteriores. Las coníferas, las trepadoras o por ejemplo los
brezos suelen multiplicarse de esta forma.
Leñoso:
esqueje denominado “estaca”, pues son ramas de al menos un año de vida,
más gruesas y de una longitud de aproximadamente 20-30 cm. El rosal es un buen
ejemplo de multiplicación exitosa mediante este tipo de esqueje.
¿Cuándo hacer esquejes?
Los esquejes necesitan una temperatura específica y cierta
humedad para que tengan éxito.
Lo ideal es llevar a cabo este proceso cuando la temperatura es suave y cuando exista la suficiente humedad para que las raíces puedan tener un buen crecimiento.
Espera a primavera u otoño para hacer esquejes.
Cómo hacer esquejes: Paso a paso
El proceso de
multiplicación de una planta por esquejes o gajos es un método sencillo
y simple que, haciéndolo adecuadamente, puede tener como resultado la
reproducción óptima de esa especie vegetal.
¿Cuándo se tiene
éxito? Muy simple, cuando el trozo cortado arraiga.
Se pueden hacer
esquejes de casi cualquier tipo de vegetación, desde flores hasta arbustos o
árboles (de éstos últimos se consiguen los bonsáis, tratados en uno de nuestros artículos).
Siguiendo los pasos
que se detallan a continuación y teniendo en cuanta los aspectos analizados, se
puede conseguir una multiplicación exitosa de un cultivo o una especie.
1. Ten claro cuál es la planta
Antes de pasar a la
acción, debes tener claro si la especie que has decidido reproducir admite una
multiplicación por esquejes.
Tal y como hemos
dicho, aunque casi cualquier planta se puede propagar usando esquejes, hay
especies que no toleran este método.
Existen variedades
con las que no se logra la propagación, por ello, te recomendamos que analices cuidadosamente si el arbusto, el
árbol o la hierba que quieres usar, podrá conseguir arraigar.
Si la planta es alguna
de las que hemos mencionado en el apartado previo, no tendrás problema. Sin
embargo y para mayor seguridad, en caso de duda, te recomendamos pedir consejo
a un profesional.
Y se te gusta la
aventura, el mejor método es el de prueba y error.
2. Selecciona
y corta una parte de la planta
En este segundo paso
debes decidir cuál es la parte de la planta que vas a cortar para usar
como esqueje o, dicho de otro modo, si vas a seccionar un tallo tierno o por
ejemplo una rama recién brotada.
Cortes el trozo que
cortes debes hacerlo con delicadeza y sin causar daños ni a la planta ni a esa
parte. Lo más recomendable es elegir los vástagos más saludables y flexibles.
A la hora de realizar
el corte debes saber: el corte de la base del gajo debe ser en dirección
horizontal y el de la punta en diagonal. Por regla general, el tamaño del
esqueje no debe superar los 20 centímetros aproximadamente, pero esta longitud puede
variar según la especie que sea.
Para arbustos y
plantas pequeñas lo normal es cortar entre los 5 y 10 centímetros. Sin embargo,
para especies de mayor tamaño, se puede usar una medida superior. Es posible
que tengas que volver a usar el método de prueba y error.
¡Y no te olvides de
las herramientas!
A la hora de llevar a
cabo este proceso de jardinería, debes emplear unas tijeras de poda
puntiagudas (podaderas). Además, debes cubrirte las manos con unos guantes
para evitar cualquier posible problema que pueda surgir en ese momento.
3. Trata
los esquejes y retira las hojas inferiores
Una vez que se han
obtenido los esquejes de la planta es el turno de tratarlos y retirar las hojas
de la parte inferior.
Debes asegurarte de remover
las brácteas inferiores del gajo y sacar los botones florales, pues éstos
absorberán los nutrientes que la planta necesita para desarrollar las raíces. Y
es algo que no queremos.
¿Tratar los esquejes?
Así es.
Para que las raíces
crezcan y se desarrollen de la mejor manera, es necesario aplicar una disolución
de agua y fertilizante líquido. Con esto se conseguirá aumentar los
nutrientes que requiere para lograr un buen crecimiento.
4. Prepara el recipiente de enraizamiento
Después de tratar el
gajo y de quitarle las hojas inferiores, es el turno de preparar el recipiente
en el que se va a colocar.
El esqueje, para que
desarrolle las raíces, se puede colocar en un medio con un sustrato
compuesto por tierra, con arena o con simplemente agua. Algunas plantas se
desarrollan mejor en agua, por lo que un recipiente con este líquido es lo más
recomendable.
Además, es aconsejable
mezclar el agua con un fertilizante muy diluido y no exponer el esqueje a la
luz directa. Es muy importante que tengas en cuanta la luz, pues estos trozos
cortados debes estar en áreas de sombra o semisombra.
Sin embargo, si
apuestas por la tierra o la arena, debes preparar una “cama” de jardín
húmeda, rica en materia orgánica y dejar espacio entre gajo y gajo.
Al mismo tiempo es
aconsejable impregnar el esqueje con un enraizante (o hormonas de
enraizamiento) antes de introducirlo en el recipiente. Esta sustancia se
encarga de estimular el crecimiento radicular del esqueje, así el enraizamiento
podrá ser todo un éxito.
5. Riega los esquejes para lograr una correcta
humedad
Si has decidido
enraizar los esquejes en un recipiente de tierra, debes mantenerloshúmedos
(nunca encharcados). Por ello, riega frecuentemente mediante
pulverizaciones y trata de procurar una temperatura suave.
Cabe la posibilidad de
que en los primeros días observes marchitamiento, pero no te preocupes, es
totalmente normal.
Cúbrelos ligeramente
por la parte superior con una bolsa de plástico suelta para mantener esa
humedad que necesitan las plantas mientras se están formando.
6. Trasplanta
los esquejes a la maceta
Una vez que los
esquejes han enraizado correctamente, es el momento de realizar su cultivo en
la maceta definitiva o, dicho de otro modo, trasplantarlos a la ubicación
deseada. Para ello debes retirar los gajos, con sumo cuidado, y plantar cada
uno de ellos a una profundidad de aproximadamente las tres cuartas partes de su
longitud total.
Antes de
trasplantar, comprueba que hay raíces.
Para llevar a cabo
esta comprobación, da un tirón muy suave (esto es sumamente importante). Si
sientes que se resiste, es decir, que le cuesta salir de la tierra, significará
que la raíz está creciendo.
En caso de que hayas
decidido enraizar el esqueje en un recipiente de tierra y si éste es el elegido
para decorar tu jardín o tu casa, el trasplante a otra maceta será innecesario.
Aquí tus preferencias son las que importan.
El sustrato que debes
emplear dependerá de la especie que hayas usado en el proceso. Por ello, te
recomendamos que, ante la duda, acudas a un centro especializado.
Algunos consejos
► Asegúrate que es el momento óptimo de realizar esquejes. No todas las plantas toleran este proceso de la misma forma y en el mismo periodo. Por lo general, la época idónea es primavera y otoño (cuando la temperatura es más suave)
► Usa siempre herramientas afiladas, desinfectadas y en buen estado.
► Emplea un sustrato adecuado al tipo de planta. Pues consultar con un especialista en caso de duda.
► Evita una exposición directa de luz solar. Ubica tus esquejes en una zona de sombra o semisombra.
► Mantién siempre una humedad constante y trata de que el sustrato esté siempre húmedo.
► Usa recipientes no demasiado grandes.
¿Qué herramientas puedes usar para hacer esquejes?
Como bien
sabrás, para desempeñar una tarea de jardinería no vale hacerla con cualquier
cosa que tengas por casa. Para que la planta no sufra y no se contagie de
enfermedades, lo mejor es emplear herramientas desinfectadas y diseñadas para
ese fin.
En el caso
que nos ocupa, es decir, para la elaboración de esquejes, lo mejor es que uses
alguna de las siguientes:
Sierra diseñada para cortar las ramas de arbustos y árboles pequeños. Es ligera, está fabricada en acero de alta calidad y es muy cómoda de usar. Esta sierra rígida viene con funda y, además, ¡está en oferta!
Una de las herramientas básicas de cualquier jardinero. Esta paleta no puede faltar en tu cinturón de herramientas. Es perfecta para el trasplante de plantas y de esquejes. Con este utensilio podrás trabajar fácilmente en el sustrato alrededor de las raíces con un mínimo daño y sin ensuciarte las manos.
La mejor amiga de cualquier usuario con jardín. Es la paleta ideal para mover pequeñas o granes cantidades de tierra y sustrato. Está fabricada en acero, tiene un mango de plástico de diseño ergonómico y se puede colgar.
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